domingo, 27 de agosto de 2017

Belleza


Las formas, los gestos, movimientos, rasgos, una sonrisa... son belleza y cuando eres capaz de valorar esa belleza de forma tan íntima, de apreciarla, de sentir el bienestar que su visión te provoca, necesitas poseerla, es entonces cuando nace el conflicto, de cortar o no la flor.

Podrás observar esa flor, con dolor y por siempre, o cortarla y ver como con el tiempo, se marchita en tus manos, la vida no carece de cierta ironía.



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