sábado, 27 de noviembre de 2010

Lágrimas.

Algunas personas no podemos permitirnos el lujo de llorar en público, tenemos la obligación de mantenernos firmes, soportar la presión y la compostura para insuflar valor a los demás, somos los pilares donde ellos pueden apoyarse para mantenerse de pie en los peores momentos.

Si naces con esa fortaleza tienes la responsabilidad de ser esa persona, en esas situaciones. Bien vale el sufrimiento del momento.

Ya llegarán las soledades.

4 comentarios:

  1. Yo soy de esas personas que no lloran ni siquiera a solas, sólo cuando creo que tengo que fogar algo. Para el resto de cosas no merece la pena, se me han acabado, tengo muy pocas y las guardo para ocasiones especiales.

    Besos, Silderia

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  2. A mi ya me da igual llorar delante de una persona que llorar delante del papa que llorar en soledad. Si el caso es que cuando lo hagas no sea por una gilipoyez, sino porque lo necesitas de verdad o de pura emoción.

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  3. yo soy muy llorona,cada vez mas,imagino que tambien dependiendo de como se sucedan los distintos acontecimientos del dia a dia,algunos son tristes y otros son para llorar de alegría y emocion,

    eres humano cielo,llora cuando te apetezca,es algo muy digno y purifica el alma.

    un beso muy grande.

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